Vos sabés que fuiste para mí
la luz de mi cabeza alocada.
El porque de mi pobre vivir,
que vos alimentaste de amor.
Muñequita de trapo
que yo adoré santamente.
Y fingías quererme...
¡Mentiras, mentiras! ¡No tiene perdón!
Me preguntan cuáles son las causas
por qué vos quebraste mi felicidad,
por qué razón fatal
vos me causaste tanto mal...
No te vengo a mendigar
cariños que tal vez a otros les entregaste como a mí,
y ni me arrepiento de haberte querido así.
Y pensar que yo te vi llorar de amor
entre mis brazos de hombre.
Que escuché jurarme tu querer
por todo lo más grande que hay.
Por tu santa viejita,
que Dios la tenga en la gloria...
¡Y eran todas mentiras, mentiras,
mentiras de mala mujer!
Me preguntan cuáles son
las causas por que vos quebraste mi felicidad,
por qué razón fatal
vos me causaste tanto mal...
No te vengo a mendigar
cariños que tal vez
a otros les entregaste como a mí,
ni me arrepiento de haberte querido así.
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