La melancolía de las madrugadas de insomnio,
en las que solo deseo tener alguien que me
haga compañía.
Alguien, pero no cualquier persona,
para no sentir que estoy solo,
por más que esté rodeado de gente.
Poder sentir con un mero roce de piel,
algo que por mucho que se busque o desee
casi nunca se encuentra en las personas.
Ese calor eléctrico al tacto que hace que
valga la pena...
Las noches son más y más intolerables
cuanto más consciente soy de su ausencia.
Pasan las horas, y yo sigo en el mismo lugar.
Sin dormir (sin poder dormir) y sin
posibilidad de no pensar.
Si realmente estuviésemos destinados a
estar juntos,
no tendría que pasar por estos momentos
tan ingratos.
y podría simplemente olvidar y continuar
mi camino,
sin tantas cargas, con el corazón y la
mente relajada.
Tal vez, esta etapa finalmente llegó a su
fin
y solo el tiempo dará paso a un nuevo
yo...
"Those who hurt us are usually hurting themselves, and their pain may be so strong that they are not even aware they are hurting us. One of the hardest things to do in life, is letting go what you thought it was real."